Toco y me voy

Después de dar más vueltas que un perro persiguiendo su propia cola (no, no persigo mi cola, persigo otras), y de una ausencia total de inspiración y actualizaciones del blog; vuelvo con algunas reflexiones de martes a la tarde después de trabajar... justito en el horario en el que todos sacamos nuestros celulares (que antes de que tuviéramos uno, los odiábamos esgrimiendo que jamás en la vida tendríamos uno, y que después justificamos "es por trabajo") para mandar mensajes tales como:
Hola, cómo estás?
Llego a comer en media hora, calentame algo
No voy a casa, me quedo con XXX
Salimos a tomar algo hoy?
No, hoy no puedo, mañana me levanto temprano
Y tantas otras variantes es cuando dejamos el SER LABORAL que está invadiendo nuestro cuerpo desde las 7 am y volvemos a ser nosotros mismos y vivir esas 5 o 6 horas que quedan de día de la mejor manera posible.
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... LAURA!!! Cómo andará Mah sí... Hola! (fundamental el signo de exclamación) Cómo estás tanto tiempo? Tus cosas? Nos podríamos ver, no te parece? (esto último lo borramos)
Tribunales,,, Callao,,, Facultad de Medicina,,, PueyrreEEEEEE Contestó,
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HOLIS!!! (listo, está adentro) Justo el otro día me estaba acordando de vos y te iba a mandar un mensajito (LISTO!!!)

RESPONDER!!!
Buenísimo, tenés algo que hacer esta noche?
Enviar
BBBBBBBBBRRRRRRRRRR (onomatopeya de vibración)
No, vos?
Y así terminamos la noche en algún barcito comiendo pizza con cerveza en compañía de alguien no terminando el día sólo y repasando anécdotas o actualizando lo que pasó durante este tiempo.





MALPENSADOS!!! CREYERON QUE IBA A TERMINAR EL RELATO CON UNA IDA A UN TELO???????????????????????